Mantener las velas alejadas de corrientes de aire: El aire puede hacer que las llamas se muevan, lo que puede provocar que la cera se derrame o que las velas se quemen de manera desigual. Por lo tanto, es importante mantener las velas alejadas de corrientes de aire.
Recortar la mecha antes de encender la vela: Antes de encender una vela, asegúrate de recortar la mecha a unos pocos milímetros de largo. Esto ayudará a que la llama sea más estable y reducirá la cantidad de humo que produce la vela.
No dejar las velas encendidas sin supervisión: Es importante no dejar las velas encendidas sin supervisión, especialmente si hay niños o mascotas cerca. Siempre apaga las velas antes de salir de la habitación o de irte a dormir.
Mantener la cera limpia: Si la vela produce mucha hollín, es importante limpiar la cera con una servilleta de papel o un paño suave para evitar que se acumule y afecte la calidad de la llama.
Guardar las velas correctamente: Si no vas a usar tus velas durante un tiempo, es importante guardarlas en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor. También es importante asegurarse de que las velas no estén apiladas unas sobre otras, ya que esto puede hacer que se deformen.
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